LA CAJA DEL PASADO

“Este mundo es demasiado deductivo”. Esa era la frase que mi madre me repetía tantas veces como años tenía. Todos los días le daba vueltas a esa dichosa frase que hasta le empecé a coger manía. Pero me recordaba a mi madre.

Bueno, retrocederé años antes hasta el día en que yo nací. Mi madre acababa de dar a luz cuando los médicos le enseñaron a su guapísimo niño: yo. Sin embargo, a mi madre le empezó a doler todo el cuerpo y se quedó paralizada. Al día siguiente, los médicos se dieron cuenta de que tenía ciática y que le iba a afectar mucho en el futuro, ya que durante la gestación el bebé había paralizado el nervio ciático (el que recorre toda la pierna). Podrían pasar dos cosas: que tuviera que ir en silla de ruedas o que tuviera que llevar bastón el resto de su vida. No había más opciones. Pero por suerte (dentro de lo que cabe) le tocó la segunda.

Años después, en el salón de casa, le pregunté:

Mamá, entonces, si eso tan inesperado pasó, ¿por qué dices que el mundo es deductivo?

- Esa era la pregunta que me he hecho durante toda mi vida y que por ahora sigo sin saber. Respondió mi madre.

Conforme el tiempo pasaba iba empeorando más y más hasta que un día falleció…

Los primeros meses fueron muy duros.

Había una chica en mi clase que era muy tímida y vergonzosa. Fui acercándome más a ella. Lo que me encantaba de ella era que siempre me ayudaba con mis problemas, pero era tan tímida que no se abría mucho conmigo, a pesar de que éramos buenos amigos. Pero con el tiempo se fue acercando  más. Se llamaba Lía. En ese entonces nos conocíamos desde hacía 4 años y empezábamos a ser más amigos.

Volvamos al presente, tengo 32 años, una hija de 2 años y una maravillosa esposa, a ver si adivinas quién: Lía. Llevamos 8 años juntos y 8 casados.  Soy muy feliz.

Ayer me llegó un paquete que me envió mi padre desde nuestra antigua casa y ponía: “COSAS CUARTO”. Hoy he empezado a verlas. Una de las cosas que había en la caja era un antiguo cuaderno en el que no solía escribir, pero era mi favorito. Todas las hojas estaban en blanco menos una, la última, en la que ponía:


El mundo es demasiado deductivo si quieres verlo de esa manera. 

A veces las cosas te vienen de golpe, pero siempre tienen una solución, 

aunque no se a la más cómoda. 

No desperdicies los momentos más preciados de tu vida, 

porque algún día te acordarás de ellos en los momentos más difíciles.

Con cariño

MAMÁ


El cuaderno antiguo eres tú, diario. El texto que me escribió mi madre me ha servido mucho en esta vida. Aunque ya no estuviera físicamente, siempre estuvo a mi lado en lo bueno y en lo malo.

Te quiero, mamá

 

 Pau P.

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