SONIDOS EXTRAÑOS: CAPÍTULO 1

Cuando sonó el despertador, me levanté sobresaltado, me  di en la cabeza con la estantería que estaba sobre la cabecera de la cama, y se me cayeron todos los libros que estaban colocados en ella. Apagué el despertador tres veces, y a la cuarta… ¡ERAN LAS OCHO MENOS CUARTO! Me fui corriendo al armario, me vestí, cogí la mochila y metí los cuadernos de las asignaturas que tenía ese día. Hice la cama, me hice una coleta medio hecha, cogí una galleta de la despensa, me puse los patines me fui corriendo al colegio.

Lis estaba esperándome en el portal de mi casa, le rogué que me perdonara y que le debía una. Lis es mi compañera y mejor amiga de la clase, con la que puedo contarle todo. Y nos fuimos corriendo al cole. Llegamos justo a tiempo, cuando nos sentamos el profesor ya estaba entrando por la puerta. Hoy es mi día preferido de la semana, porque las asignaturas que tengo son mis favoritas, entre ellas: Plástica, Biología y Lengua.

Cuando volví a casa, después de despedirme de Lis, me quité los zapatos y la mochila en la escalera como de costumbre, y empecé a hacer la comida. Mis padres trabajan en una Universidad y mi hermano está en el instituto y terminaba una hora más tarde que mi horario, por tanto estaba sola.

Tenía pensado prepararme una tortilla, así que encendí los fogones y empecé a cocinar. De pronto, se oyó un ruido de haberse caído algo en el sótano, donde está la biblioteca de la casa y donde mis padres trabajan. En aquella biblioteca se encuentran libros muy antiguos que ni siquiera mis padres saben por qué los tienen, y si os soy sincera, me da mucho miedo entrar en el sótano, está muy oscuro y lleno de libros con polvo y telarañas.                                                                                                                                 

Cogí una escoba como escudo y bajé las escaleras muy despacio. Cuando pisé el último escalón el sonido paró, se me pasó por la cabeza que podría haber sido un pensamiento, pero no podía ser, era demasiado real. De pronto… ¡Apareció en frente mía una llama lila! Era una llama lila con silueta de humano. Tiré la escoba, me fui corriendo a mi habitación y me metí debajo del edredón. Miré por encima y no se escuchaba nada, pero… ¡la llama atravesó la puerta!

Paula P.



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