MI LIBRO PREFERIDO: EL PRINCIPITO

Para los que no hayan leído “El Principito”, este era un chico que estaba enamorado de un rosa aunque no se podía quedar con ella porque le gustaba viajar. Si se la llevaba la tendría que arrancar y moriría. Esto hace referencia a que el amor no es posesivo y a veces debes dejar marchar a las personas que más amas.

Este libro me ha enseñado a visualizar grandes valores que las personas no valoramos lo suficiente, como el del amor. El amor es un sentimiento bonito, pero a veces destructivo, ya que entregarle tu corazón a alguien es como dejar que te apunten con una pistola y tener la esperanza de que no aprieten el gatillo. El amor es un arma de destrucción, porque ¿cuántas veces hemos perdonado a esa persona que sabíamos que nos hacía daño?, y cuando menos lo esperabas, ¡BOOM! Cogía tu corazón y te lo devolvía hecho añicos, porque, ¿cuántas son las veces que hemos visto a la persona que mas amábamos en el mundo yendo detrás de otra persona? ¿Cuántas? El amor hace daño, mucho daño y más de lo que nos podemos imaginar.

Creo que “El Principito” nunca volvió a enamorarse, ya que nunca volvería a amar tanto a alguien como amaba a su rosa y que cuanto más pasaba el tiempo esa grieta que llevaba en su corazón se hacía más grande porque no tenía aquella compañía que sentía cuando estaba con su amada, que miraba al cielo para observar que de donde estuviera ella la seguiría queriendo como el primer día que la vio, que tendría el jardín lleno de rosas en honor a su Julieta, pero como dijo él: ninguna sois más bella que ella. Creo que algún día “El Principito” volvió con su rosa, pero se tuvo que volver a marchar porque cuando regresó el planeta era demasiado pequeño. Desde que El Principito se marchó habían pasado años y había crecido, pero su sorpresa no fue esa; fue ver que su rosa se había marchitado ya que no había nadie que le prestara atención. Al ver aquella trágica escena El Principito empezó a sollozar desanimado, ya que se echaba la culpa de todo lo que le sucedió a su amada.

Eso creo que le pasó al Principito, porque cuando amas a algo o alguien y tienes que dejarlo ir, es como si una daga atravesara tu corazón dejándote en el suelo desangrándote poco a poco y hay dos opciones, seguir admitiendo que no se ha ido y desangrarte haciendo una muerte dolorosa y lenta, o dejar el pasado atrás y curar la herida formando nuevos caminos.

“Me gustaría poder volver al pasado, no para cambiar cosas, pero sí para  revivir la época en la que era feliz y no lo sabía, porque nadie se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde”

                          Isabel V.




Comentarios

Entradas populares de este blog

CRÍTICA LITERARIA: HARRY POTTER

LA HISTORIA DE LEAH, LA JOVEN SIN LÍMITES (PARTE I)