REFLEXIONES DE UNA TARDE CUALQUIERA

A veces necesitas un momento para pensar, quieres evadirte de todo, necesitas que el mundo se pare, que el viento deje de soplar, que las olas no se muevan, que el mar esté tranquilo, que la gente deje de caminar, que las luces no se apaguen, que todo el mundo esté quieto y tú estés caminando -el único en toda la Tierra que pueda moverse- mirar las cosas detenidamente, observar el más mínimo detalle, ver cualquier cosa insignificante que antes no te habías dado cuenta que existía, pararte a pensar, fijar la vista en el cielo y ver que no hay ni un solo movimiento; pero unos minutos después, despiertas y te das cuenta de que nada es real.

Piensas, quiero irme de aquí y luego volver, irme solo unos minutos y después ir al mismo sitio y en el mismo momento de antes, pero no puedes. Intentas esconderte en tus propios pensamientos, aislarte de los demás, pero siempre acaban encontrándote, sea donde sea.

Así que vive porque ya tendrás tiempo de hacer tonterías como evadirte de los que te quieren, esconderte de todo...

E.B.




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