RELATOS DE LA VIDA
Se acercó a ella con sumo cuidado acariciando su frente, para poder sentir su tacto, aunque en este caso, se había enfriado. Sus dedos tocaron la fría piel mientras que su corazón se rompía en mil pedazos, no podía soportar la idea de que ya no estuviese allí con él, sino en el lugar que tanto deseaba después de aquel accidente.
Se acababa de ir y ya la echaba de menos. Extrañaba sus
risas, sus sonrisas, su “te extraño”
Se arrepentía de no haberle dicho todo lo que sentía por
ella, todo lo que su cuerpo sentía cuando ella estaba feliz, que su respiración
se aceleraba cada vez que recibía un mensaje suyo. Y que su fondo de pantalla
era una foto de ambos en un concierto que jamás olvidaría.
Su cuerpo no le permitía cargar más dolor, y una pequeña
lágrima resbaló de su mejilla.
Pero ya no podía volver a atrás y nunca se perdonaría no
haber estado con ella en los tiempos necesitados, en los que necesitaba un “Tú
puedes” o un “No te rindas”.
¿Por qué la vida te quita todo lo que amas y te quedas en una nube de
confusión y dolor de la que no puedes salir?
Anabel
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